1ª parte: tonificar
2ª parte: gintonificar
Hablando con el móvil
Estos días he entablado amistad con un gran tipo. Un tipo al que le gusta escuchar.
Nos conocimos por casualidad, una noche en la que él interrumpió mi faena con una llamada. Empezamos hablando, lo típico, del tiempo, del efecto memoria de las baterías…
y terminamos descubriendo que los dos tenemos vibración!!
Trabajo de chinos
Si comer con palillos es difícil, imagínate sin brazos.
El sábado me invitaron a cenar sushi y la velada estuvo empañada por la obsesión de mis anfitriones por hacerme comer con los puñeteros palillos.
Pero bueno, si obviamos que terminé bañado en salsa de soja, la sensación fue muy positiva: el sushi es una cena ligera, divertida y llena de energías.
Desde mi experiencia personal os puedo asegurar que cenar japo da mejores resultados en la cama, que cenar chuletón...
El sábado me invitaron a cenar sushi y la velada estuvo empañada por la obsesión de mis anfitriones por hacerme comer con los puñeteros palillos.
Pero bueno, si obviamos que terminé bañado en salsa de soja, la sensación fue muy positiva: el sushi es una cena ligera, divertida y llena de energías.
Desde mi experiencia personal os puedo asegurar que cenar japo da mejores resultados en la cama, que cenar chuletón...
¡¡SUPER!!
Ayer fui al super a comprar pavo y unos yogures con bífidus (en realidad pizzas precocinadas, Donuts y Coca Cola 2 L).
Al principio me hacía mucha ilusión, pero la verdad es que no es para tanto. Dejando a un lado mis limitaciones físicas (no alcanzo a la tercera balda, y soy incapaz de llevar el carrito recto), creo que el super promete más de lo ofrece: hay muchas cosas pero falta imaginación.
La nota negativa fue la elección de la caja. Me puse en la peor cola y casi me dan las uvas: una entrega a domicilio, tres pagos con tarjeta, una fregona que no tenía el precio marcado, una cajera desmotivada...
No pienso volver, al menos que sea estrictamente necesario.
Al principio me hacía mucha ilusión, pero la verdad es que no es para tanto. Dejando a un lado mis limitaciones físicas (no alcanzo a la tercera balda, y soy incapaz de llevar el carrito recto), creo que el super promete más de lo ofrece: hay muchas cosas pero falta imaginación.
La nota negativa fue la elección de la caja. Me puse en la peor cola y casi me dan las uvas: una entrega a domicilio, tres pagos con tarjeta, una fregona que no tenía el precio marcado, una cajera desmotivada...
No pienso volver, al menos que sea estrictamente necesario.
¡Ostia, quema!
En busca de emociones fuertes me fui a desayunar a una cafetería. Aunque el café parecía caliente no pude esperar (así somos los estimuladores), y al darle el primer sorbo:
¡¡¡UAAHHH!!!
Fue como meter la lengua en un barreño de hierro fundido, pero he aprendido la lección. Mañana pediré un sol y sombra.
¡¡¡UAAHHH!!!
Fue como meter la lengua en un barreño de hierro fundido, pero he aprendido la lección. Mañana pediré un sol y sombra.
Yo también me sentía vacío
La vida de un estimulador femenino está muy bien, pero llegó un momento en que yo también estaba desganado, harto de tanta excitación, tanto amor y tanta ternura, necesitaba salir al mundo a vivir otras experiencias, a saciar mi apetito de rutina y cotidianidad.
¡¡Quiero ir al banco a hacer unas gestiones, a desayunar en un bar con los funcionarios, meterme en un atasco a las 8 de la mañana!!
Por eso he decidido salir de la cómoda (muy cómoda, por cierto) del dormitorio, para experimentar una vida normal. En este blog os iré contando mis experiencias.
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