La vida de un estimulador femenino está muy bien, pero llegó un momento en que yo también estaba desganado, harto de tanta excitación, tanto amor y tanta ternura, necesitaba salir al mundo a vivir otras experiencias, a saciar mi apetito de rutina y cotidianidad.
¡¡Quiero ir al banco a hacer unas gestiones, a desayunar en un bar con los funcionarios, meterme en un atasco a las 8 de la mañana!!
Por eso he decidido salir de la cómoda (muy cómoda, por cierto) del dormitorio, para experimentar una vida normal. En este blog os iré contando mis experiencias.
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